Estado de la educación en el mundo

 ¡Hola de nuevo!

El segundo día de clase revisamos los sistemas educativos de distintos países del mundo, todos ellos con puntos débiles y puntos fuertes, y en los que podemos ver grandes diferencias con el sistema español. ¿Hay alguno que España debería tener como modelo referente? ¿Es Finlandia el ejemplo a seguir para conseguir un sistema perfecto?

Antes que nada, quisiera dejar aquí este mapamundi que he creado. Tengo la gran suerte de conocer gente maravillosa por todo el mundo que han querido colaborar conmigo en este post y me han contado un aspecto positivo y otro negativo del sistema educativo de sus países de origen. Espero que os resulte interesante. Aquí os dejo el enlace al mapa.

Tras conocer las características principales de Corea del Sur, Finlandia, Japón, Países Bajos, Canadá, Singapur, Reino Unido, Rusia y Estonia, creo que todos ellos cuentan con aspectos que son dignos de tener en cuenta a la hora de proponer un modelo educativo. Vamos a verlos:

Todos hemos oído hablar del sistema educativo de Finlandia como uno de los mejores, si no el mejor. Se basa en ser exigente a la par que flexible. Además, no sobrecargan a los estudiantes con tarea para completar en casa, sino que buscan que los alumnos aprendan a través de la experiencia y llevando a cabo actividades prácticas. En mi opinión, el aspecto más interesante del sistema educativo finés es que todas las escuelas sean públicas y el currículo sea el mismo en todo el país, de tal manera que todos y cada uno de los estudiantes tienen acceso a la educación y reciben y aprenden los mismos contenidos. De esta manera, se consigue formar a las personas en un sistema igualitario y equitativo, que no contempla la discriminación.

Aun así, nada es perfecto y es evidente que hasta el sistema finés también tiene que tener puntos débiles. Mi amiga Ella Kirjavainen me ha contado uno de estos aspectos que ella ha encontrado tras su trayectoria académica en este sistema. Ella ve una falta de formación de los profesores en cuanto a trastornos del aprendizaje. Cree que el profesorado debería poder reconocer si algún estudiante sufre uno de estos trastornos y ser consciente de los efectos que estos tienen en el proceso de aprendizaje de cada persona. Además, es importante que sepan reconocerlos para poder diagnosticarlos a una edad temprana, y no cuando ya son adolescentes, como fue el caso de una amiga suya que se lo diagnosticaron cuando tenía 16 años.

Corea del Sur tiene un modelo educativo basado en el esfuerzo y el trabajo duro de manera estricta y exigente. Creo que es muy importante remarcar la idea de que uno tiene que esforzarse para conseguir sus metas y que en la vida no nos van a dar las cosas hechas. En cualquier caso, me parece que, como hemos comentado en clase que dijo Aristóteles, la virtud está en el justo medio, y el nivel de esfuerzo que se requiere a los alumnos coreanos es excesivo—el día a día de un estudiante no debería reducirse a sus estudios. Yo del sistema coreano me quedo con la idea de que con esfuerzo puedes conseguir lo que te propones.

Con respecto a Japón, me parece que invertir en tecnología es esencial para mejorar la educación y adaptarla a los cambios que los avances tecnológicos conllevan en nuestra vida y en nuestra sociedad. Integrar las TICs en la enseñanza debería ser obligatorio para conectar con unos estudiantes que han nacido en la era digital y que cada vez están menos acostumbrados a utilizar bolígrafo y papel.

Del sistema neerlandés me quedo con la idea de aprendizaje autónomo. Enseñar al alumno a ser responsable de su propio aprendizaje, a conocer qué estrategias le resultan más útiles, a reflexionar sobre su propio aprendizaje y, en definitiva, enseñarles a aprender fomenta que el estudiante pueda continuar y desarrollar su aprendizaje más allá de lo que recibe en el sistema. Creo que esto de alguna manera puede influir positivamente en el deseo que los alumnos puedan tener en aprender por aprender, es decir, por ampliar sus conocimientos más allá de que el aprendizaje sea un medio para conseguir un fin, y que se convierta en un fin per se.

Con la pandemia que estamos viviendo actualmente y la falta de recursos a la que nos enfrentamos en nuestro país, hemos comprobado de primera mano que la inversión en investigación es necesaria. Por eso, en lo referente al sistema canadiense, me gustaría destacar el hecho de que sus universidades se enfoquen en la investigación y que tanto empresas públicas como privadas respalden proyectos de investigación, fomentando así que los graduados universitarios puedan tener un mayor acceso y más recursos para ello.

Un elemento clave de un sistema educativo es el profesorado, ya que en gran medida son los profesores los que ponen en práctica la teoría que propone el sistema. Por ello, creo que es muy interesante que el sistema de Singapur apueste por sus docentes, su formación y desarrollo tanto personal como profesional.

En cuanto a Reino Unido, al igual que del sistema japonés, me quedo con su búsqueda constante de la innovación y la inserción de las TICs en el aula.

Un aspecto que, en mi opinión, no se tiene muy en cuenta en el sistema español, es el de la educación emocional. Me parece esencial que se desarrolle el componente emocional en el proceso de crecimiento de los seres humanos. Así, los alumnos podrían aprender a entender sus emociones y a autogestionarse, a la vez que se podría dar más visibilidad a las enfermedades mentales. Por todo esto, del sistema educativo ruso me quedo con que se enfoquen en la formación emocional y social de los alumnos.

Por último, del sistema de Estonia creo que es destacable que pongan énfasis en la orientación del alumnado con respecto a lo que quieren estudiar en la Universidad, ya que en España son incontables los alumnos que empiezan una carrera universitaria sin tener claro que eso es a lo que quieren dedicarse.

¿Vosotros qué pensáis? ¿Creéis que todos estos aspectos deberían incluirse en un buen sistema educativo? ¿Cambiaríais alguno o añadirías otros diferentes? En el próximo post vamos a enfocarnos en el sistema de España.