España y las políticas europeas en materia de educación
El primer día
de clase hicimos un repaso general a las políticas europeas en materia de
educación que han servido como referente para las políticas educativas
nacionales. Estos referentes son la estrategia Europa 2020 y el Plan de Acción 2010-2011
aprobado por el Consejo de Ministros.
El primero de
ellos es una estrategia de la Unión Europea para la década 2010-2020 cuyo
objetivo es el de fomentar el crecimiento económico de los países, pero va un
paso más allá y pretende corregir los errores existentes hasta la fecha en los
modelos de crecimiento para conseguir que este sea inteligente, sostenible e
integrador. Esto quiere decir, primero, que se busca el desarrollo del
conocimiento y de la innovación; segundo, que este crecimiento sea seguro para
el medio ambiente y se plantee una explotación de los recursos más eficaz; y
tercero, que se consiga potenciar el empleo a la vez que promover la cohesión
social y territorial. Para ello, se propusieron cinco objetivos en las áreas de
empleo, investigación y desarrollo, cambio climático y sostenibilidad
energética, educación y lucha contra la pobreza y la exclusión social.
En el ámbito que nos compete en este blog, la educación, el objetivo era el de reducir el abandono escolar a menos del 10% y conseguir que al menos el 40% de las personas entre 30 y 40 años tengan estudios superiores completos. La realidad en España dista en exceso de la culminación de estos objetivos, estando en la cola de Europa, delante tan solo de Malta y Portugal. Por un lado, el abandono escolar, no solo no se ha reducido, sino que ha aumentado al 30%, el doble de la media europea. Por otro lado, se pretendía que el 85% de los jóvenes terminasen la Educación Secundaria no Obligatoria, y esta cifra en España se encuentra en el 61% de los jóvenes. Esta tasa es relevante porque se han realizado estudios internacionales que señalan que entre los años 2020 y 2025, solo el 15% del empleo será para personas que no tengan cualificación, por lo que es necesario conseguir ese 85% de jóvenes con una formación, ya sea de FP, Grado Medio o Bachillerato. Cabe mencionar, eso sí, que no todo es negativo, y en España sí que se consiguió aumentar en un 15% el número de titulados en el ámbito científico.
El segundo referente plantea 12 objetivos de la educación para la década 2010-2020 se basan en:
- Lograr que todos los estudiantes finalicen con éxito la educación obligatoria
- Asegurar la equidad y la excelencia, evaluando los resultados del alumnado y del sistema educativo
- Conseguir que alumnos continúen su educación hasta los 18 años por lo menos, y favorecer su formación a través de la flexibilidad del sistema y la oferta educativa para que puedan seguir educándose a lo largo de la vida
- Ampliar la oferta de Formación Profesional, tanto para jóvenes como para adultos, de manera que puedan compaginar sus estudios con su vida labora
- Fomentar el uso de las TIC como herramientas de enseñanza y aprendizaje
- Mejorar la enseñanza de idiomas con el fin de que todos los jóvenes puedan comunicarse en una lengua extranjera por lo menos, con el inglés de referencia
- Garantizar una educación pública y de calidad para toda la sociedad, evitando cualquier tipo de discriminación
- Modernizar el Sistema Universitario Español para acercarlo al marco europeo
- Dotar a los estudiantes de becas y ayudas para que ninguno abandone sus estudios postobligatorios por razones económicas
- Potenciar la convivencia y la enseñanza de valores mediante la implicación de las familias y los medios de comunicación en la educación
- Desarrollar la formación del profesorado para así beneficiar su desempeño para con los alumnos
- Respaldar una educación inclusiva en la que se reconozca el derecho de todas las personas a la educación independientemente de sus diferencias y reconocer la diversidad y la interculturalidad
Otro objetivo que pretendía alcanzarse con
este cambio era una modificación en el currículo, una distribución diferente de
los contenidos a lo largo del curso, y que los profesores introdujesen
novedades en las metodologías y los materiales que empleaban para la enseñanza,
así como en los métodos de evaluación. Esto requiere una gran concienciación
por parte de los profesores y es necesario proveerles de una formación para
ello. El problema fue que se produjeron cambios en la Consejería de Educación
durante esta reforma, y este tipo de aspectos precisan una alta implicación y
compromiso para que se puedan ir mejorando y desarrollando día a día. Sin
embargo, los nuevos responsables de educación no lideraron tan claramente
aspectos que debían acompañar a la modificación del calendario, como son la
continuación de la formación del profesorado para ese cambio, la concienciación
e implicación de las familias, la profundización en convenios con las entidades
locales, la concienciación de las empresas, etc., con el objetivo de conseguir
hacer ver que la conciliación de la vida familiar y laboral no debe descansar
exclusivamente en el sistema educativo.
En definitiva, se produjo una mejoría en la
convivencia entre los alumnos, el calendario sigue ahí y en muchos centros se
han llevado a cabo modificaciones relevantes, pero los avances en las
metodologías y la formación del profesorado, así como en otros aspectos, se
hicieron con menos ambición y capacidad de liderazgo. Aquí os dejo un vídeo en
el que se explica el proceso y lo que se pretendía conseguir, con la
participación de algunas de las personas que formaron parte de este proyecto,
entre ellos el Consejero de Educación de aquel momento.
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