La profesión docente

    En posts anteriores hemos estado hablando de educación y sistemas educativos y uno de los pilares fundamentales de la enseñanza son los docentes. Por eso vamos a dedicarles la entrada de hoy. El artículo 91 de la LOE plantea las 12 funciones consideradas esenciales en un profesor:

  1. Programación y enseñanza de las áreas
  2. Evaluación del proceso de enseñanza/aprendizaje
  3. Tutoría, dirección y orientación y apoyo a los alumnos
  4. Orientación educativa, académica y profesional
  5. Atención integral del alumnado
  6. Promoción, organización y participación en actividades complementarias
  7. Contribución al clima de respeto, tolerancia…
  8. Informar a las familias sobre los procesos de enseñanza/aprendizaje
  9. Coordinación de las actividades docentes, de gestión y dirección
  10. Participación en la actividad general del centro
  11. Participación en planes de evaluación
  12. Investigación, experimentación y mejora de la enseñanza

    Me voy a fijar concretamente en la función número 10. Considero que es muy importante que un docente no se limite tan solo a su acción dentro del aula y a los conocimientos académicos que los estudiantes van a recibir. Es interesante que se involucre también en la vida del centro y las actividades y tareas que en él se tienen que llevar a cabo para su correcto funcionamiento, lo que repercutirá positivamente en el aprendizaje de los estudiantes.

    En el vídeo “Pulso al Fracaso” que vimos en clase, se presenta un proyecto que da una segunda oportunidad a jóvenes que podrían definirse como “malos estudiantes” para conseguir que no abandonen sus estudios y puedan adentrarse en el mundo laboral. En dicho proyecto se forma a los alumnos más allá de los contenidos académicos y se le da mayor importancia al individuo. Por eso, considero que es importante que los profesores sean partícipes de todos los aspectos del proceso de aprendizaje de los estudiantes. Por ejemplo, en el documental se puede observar cómo los profesores acuden a las actividades extraescolares que se organizan para los alumnos y crean actividades lúdicas para ellos en dichas salidas. Incluso podemos ver un profesor que juega con los estudiantes al baloncesto casi como si fuera uno más, consiguiendo de esta manera acercarse más a ellos, lo que mejora la convivencia docente-discente en el aula y así los alumnos están más cómodos y motivados a estudiar. También se involucran en la orientación de los estudiantes, tanto haciéndoles cuestionarse las razones por las que acuden a ese centro, como ayudándoles a elegir el qué camino seguir una vez terminen sus estudios.

    Esta función, así como las once restantes, son indispensables para conseguir que los alumnos estén preparados tanto académicamente como personalmente para introducirse en la vida laboral y para que aprendan a ser individuos que forman parte de una sociedad. Todas estas funciones se reafirman con una más, que indica que los docentes realizarán dichas funciones en colaboración con el resto del profesorado, siguiendo un principio basado en el trabajo en equipo. 


    En el próximo post seguiremos hablando de lo que es ser profesor y analizaremos el libro blanco de la profesión del docente de José Antonio Marina. 

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